jueves, 20 de octubre de 2011

Por 6 millones de euros



Se queja el presidente de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (MAS), Jaime Carnicero, de lo morosos que son algunos de los ayuntamientos que no pagan el agua consumida, aunque recaudan las tasas a sus vecinos y luego se lo gastan en otros menesteres.

Otro tanto pasa en otra importante mancomunidad, la de la Vega del Henares (MVH), cuyo presidente, José Luis Blanco, todavía está pensando, o lo que sea que haga, en cómo cobrarles a los municipios integrantes los aproximadamente 6 millones de euros que la MVH adeuda a sus proveedores de servicios, fundamentalmente la recogida de RSU, vulgo basuras.

Esperemos que su primera decisión no sea la de contratar a un periodista de los cesantes en Diputación con sueldo de 50 ó 60.000 euros. Quedaría feo.

lunes, 10 de octubre de 2011

Retenidos




Unos ciento veinte municipios de Guadalajara, incluido Cabanillas del Campo, han visto como el Ministerio de Economía y Hacienda les retiene durante el mes de octubre los pagos que debía hacerles en concepto de participación en los ingresos del Estado. Ello en base a la aplicación de la Ley de Economía Sostenible que establece la retención de estas transferencias por incumplimiento de la obligación de comunicar la liquidación del presupuesto.

Parece que a nivel nacional la provincia de Guadalajara tiene el honor de estar en los primeros puestos en este ranking, algo a lo que últimamente estábamos acostumbrándonos con el bochornoso espectáculo ofrecido por los partidos políticos, especialmente el PSOE, con su “renovación” en las listas electorales, pero también el PP, con la “santificación” de Antonio Román en las suyas.

Alguien se tiene que poner las pilas en este asunto y dar alguna explicación por la aparente desidia demostrada y todo apunta a que la Diputación algo tendrá que decir.

O a quien le corresponda pero ligerito, que ya están tardando.

domingo, 2 de octubre de 2011

Agenda oculta


Han pasado cien días y todos los que gobiernan lanzan las campanas al vuelo de lo bien que lo han hecho. No podía ser de otra manera, no van a decir que lo han hecho mal o regular. En Azuqueca no podían ser menos y los parabienes y alabanzas que se conceden a sí mismos los gobernantes del PSOE están a tono con la alta consideración en que se tienen.

En plena campaña de promoción política de su líder, el alcalde Bellido, para dar el salto a Madrid, considerado por sus deudos y asimilados como el epítome de la perfección, una china en el camino le ha amargado, momentáneamente, la escalada. Acostumbrado él y su valedor al dedazo, el ejercicio de la democracia interna de la que tanto se vanaglorian de puertas afuera les ha dado un disgusto.

Tengo que reconocer, no obstante, que el hombre se lo ha currado con ahínco todos estos años de su vida política. No ha hecho otra cosa. Y le ha ido muy bien. Lo cortés no quita lo valiente. Siempre hay escarabajos peloteros que le hacen a uno el trabajo “manchao”. Sus credenciales de gestión municipal en los últimos cuatro años están basadas en el dopaje suministrado por la Junta gobernada por Barreda, con muchas obras y servicios para blasonar su trayectoria.

Y me dirán, con razón, que ya era hora que a este pueblo le tocara algo. Pero el atracón no es bueno. Alguno dirá eso de “ande yo caliente, ríase la gente”. Sí, pero el calentón hay que pagarlo y puede salir muy caro. Porque parece que esos servicios conveniados con la Junta están ayunos de fondos regionales, al no librar Barreda en su momento el dinero correspondiente. Alguna empresa concesionaria amagó en su momento con dejar de prestar el servicio con las elecciones encima. De alguna manera el asunto se calmó. ¿Cómo? No lo sabemos, dada la tradicional política de ocultamiento del gobierno de Bellido. Sí parece que Barreda no libró los fondos adeudados y nos inclinamos a pensar que aumentó el endeudamiento del ayuntamiento y el atraso en el pago de otras facturas a proveedores.

La fiesta termina y ahora toca limpiar el local y recoger los cascotes. Toca la agenda oculta de Bellido. Toca una primera tanda de despidos de personal estructural del ayuntamiento, unos cuarenta trabajadores. Toca privatización de servicios, quizás jardinería y limpieza viaria, aunque algunos quieren que se haga de aquella manera, para cobrarse los muchos favores prestados, aunque estamos seguros que Bellido y su portavoz no lo permitirán. Toca subida de impuestos y tasas: ya sabemos que el recibo del IBI sube el cinco por ciento, según los datos del propio ayuntamiento.

Tiempos oscuros nos esperan, excepto a esos elegidos para poblar el Olimpo.