sábado, 12 de noviembre de 2011

El ocaso de los dioses



Está la cosa muy malita. Dicen por Uropa que lo llevamos chungo, en crecimiento económico, en paro... y peor que se va a poner.

Por estas tierras pintan bastos. A los EREs anunciados en algunas empresas (Azuqueca llora), como Isover, quizás antes de tiempo, “que antes de las elecciones no se mueva una hoja”, le seguirá la riada de un grupo de empresas de cierta entidad, aunque ahora está de capa caída. Aquí, favor por favor, aguantan hasta el 20N.

Este grupo de empresas, con fundaciones de campanillas muy reales (había que desgravarse impuestos), lleva ya bastante tiempo metiendo gallinas en el corral sin puerta salida. Vamos, que el jefazo dijo que nada de las que entran por las que salen. Autónomos y pequeñas y medianas empresas colgadas de la brocha, como aquella a la que se le deben medio millón de euros y su responsable tirándose de los pelos. Se habla incluso de una quiebra, ahora concurso de acreedores. Todo antes de que termine el año.

Dicen que algún gerente de una de las empresas de ese grupo salió escopetado sin esperar el finiquito, considerando que cuanto más tiempo pasara sus perspectivas de conseguir un trabajo en otro sitio disminuían en proporción geométrica.

Como el susodicho grupo tiene concesiones municipales en los más importantes ayuntamientos de la provincia, los alcaldes se hacen cruces por el problema que se les viene encima (en algún caso creado por ellos mismos), especialmente si tiran de contrato, que lo harán, en lo relativo al equilibrio patrimonial de la empresa concesionaria. Siendo una de las peculiaridades de este renombrado grupo cuando las cosas se tuercen que ni come ni deja comer.

No nos va a quedar ni para el hurgue.


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